No es como yo
Hay una canción de nuestro hermano cristiano -no católico- Jesús Adrián Romero titulada No es como yo que dice algo que es muy cierto pero al escuchar siento un trasfondo con el que no estoy 100% de acuerdo. En ella, el autor, nos dice que Cristo no es como yo porque él es santo y es perfecto, es sublime y es eterno, no hay comparación, y esto me recuerda al misterio de la Encarnación, aquella gracia que Dios nos ha regalado de enviarnos a su Hijo Único, prometido desde siempre (cf Gn 3, 15) para que se hiciera uno igual que nosotros (cf Flp 2, 6-7). Pensar en Cristo distinto a mí me hace sentirlo lejos, cuando la grandeza de nuestro Dios es que quiso padecer en carne propia lo mismo que nosotros, las mismas angustias y vicisitudes, incluso la tentación (sin caer en el pecado) (cf Mt 4, 1-11). Él quiso sufrir no por masoquismo sino porque sabía que ese abajarse a nivel nuestro, ese dejar su trono celestial iba a mover nuestros corazones, ya no iba a ser ese Dios distant...