Día de Todos los Santos
La Iglesia es santa porque Cristo, Hijo de Dios, amó tanto a la Iglesia que se entregó a sí mismo para hacerla santa (cf Ef 5, 25-26), uniéndola a su cuerpo y llenándola a plenitud del Espíritu Santo. Por eso, todos los que formamos la Iglesia estamos llamados a la santidad; por el Bautismo hemos sido hechos hijos de Dios y partícipes de la misma naturaleza divina, es decir, somos santos por este sacramento y depende de nosotros mantenerlo. El Apóstol Pablo nos invita que vivamos como corresponde a los santos: sin actos inmorales, sin codicia..(cf Ef 5, 3); más bien llenémonos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia (cf Col 3, 12). Pero sin dejar a un lado que somos pecadores y diariamente debemos decir "perdónanos nuestras deudas" (Mt 6, 12). Es válido aclarar que nada de esto lo podemos lograr sin la asistencia del Espíritu Santo pues todos nuestros actos y gestos serán producto de la caridad, serán fruto del Santo Espíritu en nuestras vidas (cf Ga 5...