Entradas

Mostrando entradas de junio, 2013

Hay que cubrirse la cabeza

No se ustedes, pero yo he escuchado mucho eso de que hay cubrirse la cabeza, lo mismo que ponerse el gorrito. Lo cual, debo admitir, es muy cierto y, de paso, muy útil, y esto se explica porque cuando te cubres la cabeza evitas llevarte los sustos que se retrase o que venga el producto de la unión, y eso lo más bonito si lo comparas con el contagio de enfermedades que puede ocurrir.   Claro está que la mejor forma de cubrirse la cabeza es con la oración, ya que, ésta es elevar nuestra voz de auxilio hacia nuestro Padre Celestial, lo menos que podemos es estar cubiertos no solo la cabeza (que es a donde llegan todas las tentaciones) sino que quedamos cubiertos enteros por ese manto de protección y Amor que Dios nos da.   Él, que es todo Amor, lo menos que quiere es que nos sucedan cosas malas, por eso nos regala la fe, que es la creencia cierta de que siempre está a nuestro lado cuando lo necesitamos. Por ello es necesario estar siempre en...

Pa' las que sean

Frase bastante chévere esta ¿no?: "Cuenta conmigo pa' las que sean". Tan típica de nuestra humanidad y esa característica nuestra de solidaridad para con los demás que deben hacer a Dios sentirse orgulloso de su creación, ¿no creen?. Y sí, estoy siendo sarcástico. Ya les explico por qué. Más de una vez me he encontrado en las redes sociales lo siguiente: "No prometas nada ni estando feliz ni estando molesto", lo cual, vale destacar, es muy cierto. Pero me voy a quedar con el primer sentimiento, esa "felicidad" (¿?). Algo que debemos agradecerle a Dios es que nos ha creado con sentimientos, al momento de darnos su Espíritu ha puesto tantos sentimientos y tan diferentes que es una de las riquezas que nos viene del Padre. Algunos son cerrados, difíciles de sentir, algunos se hacen los duros, otros son más fáciles de sentir, más abiertos de corazón. Pero tanto unos como otros pueden en algún momento de su vida sentirse felices y hacer las más grandes p...

No comas ansias

Si hay algo que nos caracteriza a lo s humanos (y lo padecemos más los hombres) es la impaciencia. Queremos las cosas para ya, andamos como desesperados, bien sea en las cosas del mundo o las que provienen de Dios, queremos disponer de ellas sin esperar ninguna cantidad de tiempo. Y ni a los centros de comida rápida podemos ir porque no somos capaces de esperar los escasos diez minutos (o menos) que tardan en darnos una comida que ya estaba preparada con anticipación "para ganar tiempo". Y en cuanto a los asuntos de pareja nos pasa igual, y hasta peor. Queremos todo para ya, con una incapacidad, que en algunos casos parece patológica, que no nos permite apreciar lo bueno de la vida y el saber esperar. En una oportunidad leí sobre cómo son los tiempos para la comida en cierto país (no recuerdo cual), en el que la gente disponía de una hora para comer, pero una hora en la que se sentaban en el local a esperar que le hicieran la comida, la cual hacían sin apuros y que luego ...