Hay que cubrirse la cabeza
No se ustedes, pero yo he escuchado mucho eso de que hay cubrirse la cabeza, lo mismo que ponerse el gorrito. Lo cual, debo admitir, es muy cierto y, de paso, muy útil, y esto se explica porque cuando te cubres la cabeza evitas llevarte los sustos que se retrase o que venga el producto de la unión, y eso lo más bonito si lo comparas con el contagio de enfermedades que puede ocurrir.
Claro está que la mejor forma de cubrirse la cabeza es con la oración, ya que, ésta es elevar nuestra voz de auxilio hacia nuestro Padre Celestial, lo menos que podemos es estar cubiertos no solo la cabeza (que es a donde llegan todas las tentaciones) sino que quedamos cubiertos enteros por ese manto de protección y Amor que Dios nos da.
Él, que es todo Amor, lo menos que quiere es que nos sucedan cosas malas, por eso nos regala la fe, que es la creencia cierta de que siempre está a nuestro lado cuando lo necesitamos. Por ello es necesario estar siempre en oración, y más que cubrir, llenar nuestra cabeza de la Palabra de Dios, y esto nos dará luces para nuestro caminar.
Mencionaba en el primer párrafo unas ciertas consecuencias de cuando no nos cubrimos la cabeza, ahora explico a qué me refiero con ellas.
Susto que se retrase: la vida es vida de fe, por lo tanto debe ser siempre hacia delante, es un caminar constante hacia el Padre, mediante el Hijo con la inspiración del Espíritu. Y si vivimos en oración, nosotros como individuos, pero mucho más como comunidad, tendremos siempre el deseo de ir hacia adelante, hacia ese destino final que es el Reino de los Cielos.
Producto de la unión: cuando no vivimos en oración es fácil desviarse del camino, y si tenemos a nuestro alrededor gente que tampoco es asidua a hablar con Dios, de allí no saldrá más que un peligroso alejamiento del camino que debemos seguir.
Por último, pero no menos importante, el contagio de enfermedades: ni más ni menos que la vida en pecado. Puesto que éste es el alejamiento de nuestra parte con respecto a Dios, no puede considerarse otra cosa que una enfermedad, ya que hace que nuestra mente y nuestra alma estén mal, vayan hacia donde no deben ir y nos mantenga en un constante sin sabor.
Así que, lo mejor que podemos hacer es ponernos el gorrito de la fe!!!
Comentarios
Publicar un comentario