Pa' las que sean
Frase bastante chévere esta ¿no?: "Cuenta conmigo pa' las que sean". Tan típica de nuestra humanidad y esa característica nuestra de solidaridad para con los demás que deben hacer a Dios sentirse orgulloso de su creación, ¿no creen?. Y sí, estoy siendo sarcástico. Ya les explico por qué.
Más de una vez me he encontrado en las redes sociales lo siguiente: "No prometas nada ni estando feliz ni estando molesto", lo cual, vale destacar, es muy cierto. Pero me voy a quedar con el primer sentimiento, esa "felicidad" (¿?).
Algo que debemos agradecerle a Dios es que nos ha creado con sentimientos, al momento de darnos su Espíritu ha puesto tantos sentimientos y tan diferentes que es una de las riquezas que nos viene del Padre. Algunos son cerrados, difíciles de sentir, algunos se hacen los duros, otros son más fáciles de sentir, más abiertos de corazón. Pero tanto unos como otros pueden en algún momento de su vida sentirse felices y hacer las más grandes promesas (las cuales después no recuerdan, y de cumplirlas ni hablemos). Y esto es normal, el tener sentimientos, y el impulso de comunicar nuestra felicidad, y hasta compartirla, y bendito sea Dios que sentimos tal dicha. La cual no estoy en contra, más bien hay consecuencias de ellas que son las que quiero llamar la atención, primeramente de quien les escribe, y de ustedes que se detienen a leerme.
Cuando decimos que estamos pa' las que sean debemos ser conscientes de lo que eso significa, pues realmente es para lo que venga, sea bueno o sea malo, estar ahí al lado de esa persona que le hemos ofrecido nuestro apoyo, que nos hemos puesto a la orden. De manera desinteresada estamos dispuestos a ayudar, y lo manifestamos, pero, tristemente, no siempre lo cumplimos. Decimos estar en las buenas y en las malas, pero no siempre estamos. Decimos que cuenten con nosotros, pero no contestamos las llamadas pidiendo ayuda y si lo hacemos es para decir que no podemos. Y he aquí que hay que reflexionar, pues algo no estamos haciendo bien.
Algo tenemos que reconocernos, que cuando queremos a alguien y necesita de nosotros estamos allí, a su lado, para ayudarle, para darle una mano amiga que tanto necesita. Somos prontos a acudir, para que nos vean, que sí somos buenos amigos porque estamos en un momento de dificultad, porque necesitaron nuestra mano amiga y salvadora y recordamos las palabras de Cristo: "lo que le hagan a ellos, a mi me lo hacen" (cf Mt 25,31-40). Maravilloso el amor de Dios que se manifiesta a través de nosotros. Pero, me pregunto, ¿qué pasa, que no acudimos en los momentos buenos? ¿es que acaso allá no nos necesitan también para compartir esos sentimientos que mencioné antes?.
Cuidado con el ego, cuidado con tomarnos en serio eso de ser como Cristo y estar en las malas y ser el super héroe salvador del momento. Pues si actúamos así estamos lo más lejos posible que sea de Dios, pues nuestro obrar no es desinteresado. Al contrario, si hemos estado en las malas más aún debemos estar en las buenas, pues es@, nuestr@ herman@, necesita de nosotros en todo momento, pues en el dolor somos su apoyo, pero en la dicha somos Uno en el Amor que nos une.
Como cristianos estamos llamando a ser común unión con los demás, por elllo, cuando digamos "pa' las que sean" digamoslo en serio, y estemos dispuestos a llevar el Amor en todo momento.
Más de una vez me he encontrado en las redes sociales lo siguiente: "No prometas nada ni estando feliz ni estando molesto", lo cual, vale destacar, es muy cierto. Pero me voy a quedar con el primer sentimiento, esa "felicidad" (¿?).
Algo que debemos agradecerle a Dios es que nos ha creado con sentimientos, al momento de darnos su Espíritu ha puesto tantos sentimientos y tan diferentes que es una de las riquezas que nos viene del Padre. Algunos son cerrados, difíciles de sentir, algunos se hacen los duros, otros son más fáciles de sentir, más abiertos de corazón. Pero tanto unos como otros pueden en algún momento de su vida sentirse felices y hacer las más grandes promesas (las cuales después no recuerdan, y de cumplirlas ni hablemos). Y esto es normal, el tener sentimientos, y el impulso de comunicar nuestra felicidad, y hasta compartirla, y bendito sea Dios que sentimos tal dicha. La cual no estoy en contra, más bien hay consecuencias de ellas que son las que quiero llamar la atención, primeramente de quien les escribe, y de ustedes que se detienen a leerme.
Cuando decimos que estamos pa' las que sean debemos ser conscientes de lo que eso significa, pues realmente es para lo que venga, sea bueno o sea malo, estar ahí al lado de esa persona que le hemos ofrecido nuestro apoyo, que nos hemos puesto a la orden. De manera desinteresada estamos dispuestos a ayudar, y lo manifestamos, pero, tristemente, no siempre lo cumplimos. Decimos estar en las buenas y en las malas, pero no siempre estamos. Decimos que cuenten con nosotros, pero no contestamos las llamadas pidiendo ayuda y si lo hacemos es para decir que no podemos. Y he aquí que hay que reflexionar, pues algo no estamos haciendo bien.
Algo tenemos que reconocernos, que cuando queremos a alguien y necesita de nosotros estamos allí, a su lado, para ayudarle, para darle una mano amiga que tanto necesita. Somos prontos a acudir, para que nos vean, que sí somos buenos amigos porque estamos en un momento de dificultad, porque necesitaron nuestra mano amiga y salvadora y recordamos las palabras de Cristo: "lo que le hagan a ellos, a mi me lo hacen" (cf Mt 25,31-40). Maravilloso el amor de Dios que se manifiesta a través de nosotros. Pero, me pregunto, ¿qué pasa, que no acudimos en los momentos buenos? ¿es que acaso allá no nos necesitan también para compartir esos sentimientos que mencioné antes?.
Cuidado con el ego, cuidado con tomarnos en serio eso de ser como Cristo y estar en las malas y ser el super héroe salvador del momento. Pues si actúamos así estamos lo más lejos posible que sea de Dios, pues nuestro obrar no es desinteresado. Al contrario, si hemos estado en las malas más aún debemos estar en las buenas, pues es@, nuestr@ herman@, necesita de nosotros en todo momento, pues en el dolor somos su apoyo, pero en la dicha somos Uno en el Amor que nos une.
Como cristianos estamos llamando a ser común unión con los demás, por elllo, cuando digamos "pa' las que sean" digamoslo en serio, y estemos dispuestos a llevar el Amor en todo momento.
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