Verdadera reconciliación
Porque Dios así lo quiso, ayer pude acercarme al Sacramento de la confesión,o mejor dicho, de la reconciliación. No se si ayude a verlo así el libro que estoy leyendo en estos momentos, pero más que una confesión de mis pecados me sentí como un niño pequeño que se acerca a su papá a decirle que hizo una travesura, y éste, con ojos de amor, le mira, poniéndole cariñosamente la mano en el hombro y le dice "tranquilo, yo te amo". Perdonen que hable de mi pero quiero compartirles la dicha que hay en mi corazón. Sucedió de la siguiente forma, fui a la parroquia, vi al padre en la oficina y me acerqué a preguntarle si daba chance de confesarme (estaba próxima a comenzar la Hora Santa) y me dijo que sí, me mandó a cerrar la puerta, me senté, hizo la señal de la cruz y me invitó a contar qué pecados tenía, yo se los dije y ello generó un efecto chorro de agua, empecé a llorar en el acto, sin saber por qué, el padre me indicó unas oraciones y me dio la absolución, y yo, llanto y...