Fidelidad al Magisterio
Haciendo un poco de revisión en el ejercicio de la catequesis me he dado cuenta que con los años he tenido un cambio, para mí, muy significativo. Los primeros años daba una leída superficial al instrumento que me facilitaban para los encuentros de catequesis y el resto lo completaba con lo que yo "sabía", olvidándome de una gran verdad: el conocimiento no es mío, y esto lo veo de dos formas distintas, primero, no me pertenece porque todo lo que yo aprendo es para compartirlo con los demás y segundo, yo no sabría nada de lo que digo saber si no fuese porque Dios me lo ha permitido aprender por medio de su Espíritu. Recordando cómo era al principio y viendo cómo soy ahora en la preparación de los temas siento que he crecido, y no a nivel de pedagogía ni doctrinal (que ambas no son solo buenas sino necesarias) sino en cuanto a reconocer que si yo, primero, bebo de la fuente directa de la Revelación, es decir, la Biblia, y lo complemento con el Magisterio de la Iglesia (Cate...