Una alianza en dos partes
Para ser honesto y fiel a la Verdad, debo empezar diciendo que Dios ha sellado un alianza con los hombres donde Él es garante y aval del cumplimiento pleno de dicho convenio. Puede sonar raro esto, sin embargo, es nuestra realidad desde hace, al menos, unos 5000 años. Todo empezó luego del episodio del diluvio (cf. Gn 6, 5-9,15), Dios quiso limpiar la tierra de tantas actitudes negativas y nocivas, del pecado generalizado que había corrompido a más de una generación sembrándose en su corazón y haciendo vida de todo lo que ocurrió en torno a esas personas. El pecado, hablando claro, es ese deseo, esa picazón que experimentamos todos en algún momento de nuestra vida y que parece calmarse cuando cometemos aquel acto que solo acrecenta el egoísmo en nosotros y las ganas de hundirnos cada vez más. Ante esa situación, Dios llamó a Noé y, conociendo su corazón que no quería abrazar al pecado, le pidió que construyera un arca para salvar a algunas personas buenas y a unos animales para poder r...