Como María y Juan
En una experiencia de fe que tuve la oportunidad de vivir nos enseñaron algo muy agradable, interesante, chévere...y todos los adjetivos que quieran usarse, de un complicado de realizar pero no por el acto en sí mismo sino por nuestra debilidad humana: ver a Cristo en cada persona. Y este momento es oportuno par aclarar cuál es la forma en la que debe verse a Cristo en el otro. Si decimos ver a Cristo puede ser que lo hagamos como los fariseos y publicanos: con odio, desprecio, con un afán por deshacerse de él, quitarse ese peso de encima que era la persona de Jesús, pues decía la verdad de lo que se estaba haciendo mal y eso a ninguna persona le gusta. Por eso hay que tener mucho cuidado de no caer en esa tentación tan provocativa de mirar en Cristo a las otras personas, especialmente de ver a Cristo lacerado, humillado, crucificado, "nos quitamos de encima esa molestia". Quien es justo, dice la verdad, quien va siempre por el camino de Dios y nos vemos alu...