Más que hermanos
La sociedad en la que vivimos, o al menos la venezolana, "entiende" que el ser amigo es compartir algunos intereses y tener una relación con cierto grado de confianza pero sin mayor grado de compromiso; cuando ocurre esto último les llamamos hermanos, pues son más que amigos, no solo son algunos intereses los que se comparten sino valores, sueños, metas, ideas, hasta pasar a formar parte de nuestra familia de sangre.
Actualmente "amigo" es cualquiera, hasta al recién conocido le decimos amigo, dejando reservada la palabra hermano para quien cumple los requisitos mencionados en el párrafo anterior, sin embargo, ¿qué ocurriría si nos vamos a la época de Jesús? ¿Quién era hermano? ¿Quién era amigo? ¿Quién implica mayor grande de compromiso, el amigo o el hermano?
En la época de Jesús hermano se le llamaba a las personas con quien se compartía cultura, religión. Los judíos era un pueblo de hermanos, pues todos tenían la misma religión. Hermanos eran toda la familia aparte de papá y mamá, podemos incluir allí lo que hoy llamamos tíos, primos, sobrinos. Sin embargo, Jesús, escogió de entre sus hermanos a sus apóstoles, a quienes luego les llamó amigos (Jn 15, 15), así hizo la gran diferencia que quiero traer a colación hoy.
El amigo es más que el hermano, no solo por lo que muchas personas dicen "la familia no la puedo escoger pero a mis amigos sí" o "los amigos son la familia que escogemos" sino por lo que Jesús muy bien nos dice: "nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15, 13) y él lo demostró al abrazarnos a todos en la cruz, nos ama tanto que dio su vida por nosotros, para que no muramos eternamente.
Es cierto que con los hermanos se crece y se comparten muchas cosas en la niñez, adolescencia y, si se quier, en la vida adulta, sin embargo con los amigos se puede llegar a crear lazos más fuertes que con los hermanos de sangre o incluso los hermanos del apostolado. No quiero decir con esto que la familia no es importante o necesaria, ¡claro que lo es! si hasta Dios quiso ser familia; lo que sí quiero decir es que deberíamos crear nexos tan fuertes como los de la amistad con todos los que están a nuestro alrededor.
El amigo se sacrifica, deja su comodidad por el bien del amigo, el amigo que ama a su amigo es fiel, es compañero de camino, es cómplice en el cumplimiento de metas y sueños, es pañito de lágrimas en los momentos no tan felices. El amigo es como Jesús: deja su vida para que su amigo salve la suya.
Al final de todo pienso que lo mejor que podemos hacer es ser verdaderos amigos, al ejemplo de Jesús de Nazaret.
El amigo es más que el hermano, no solo por lo que muchas personas dicen "la familia no la puedo escoger pero a mis amigos sí" o "los amigos son la familia que escogemos" sino por lo que Jesús muy bien nos dice: "nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15, 13) y él lo demostró al abrazarnos a todos en la cruz, nos ama tanto que dio su vida por nosotros, para que no muramos eternamente.
Es cierto que con los hermanos se crece y se comparten muchas cosas en la niñez, adolescencia y, si se quier, en la vida adulta, sin embargo con los amigos se puede llegar a crear lazos más fuertes que con los hermanos de sangre o incluso los hermanos del apostolado. No quiero decir con esto que la familia no es importante o necesaria, ¡claro que lo es! si hasta Dios quiso ser familia; lo que sí quiero decir es que deberíamos crear nexos tan fuertes como los de la amistad con todos los que están a nuestro alrededor.
El amigo se sacrifica, deja su comodidad por el bien del amigo, el amigo que ama a su amigo es fiel, es compañero de camino, es cómplice en el cumplimiento de metas y sueños, es pañito de lágrimas en los momentos no tan felices. El amigo es como Jesús: deja su vida para que su amigo salve la suya.
Al final de todo pienso que lo mejor que podemos hacer es ser verdaderos amigos, al ejemplo de Jesús de Nazaret.
Comentarios
Publicar un comentario