¿Para qué casarse?


Estaba un día en una lugar X con unas personas casadas y me preguntan si tengo planes de casarme con mi novia, yo les respondo que sí lo queremos pero que no está hablado como tal, y debo confesar que lo que menos me esperaba fue lo que escuché, todos todos todos me dijeron lo difícil que es casarse, que la convivencia, que si los problemas, que tal cosa, que si la otra...y la verdad que mi intención de formar una familia cristiana no se vio disminuida por ese ataque contra el matrimonio del que yo (que no estoy casado) fui testigo. Hasta llegué a preguntarme lo que titula este post.

Obvio que para mí la idea del matrimonio es sencilla, porque lo veo todo bonito y los pajaritos y corazones y todas esas cursilerías, pero tengo mi fe puesta en Dios que hay algo más allá de lo que me dijeron. Yo siempre me acuerdo de lo que mi abuelo decía en cada aniversario de bodas: llevo X años viviendo con alguien que ni familia mía es. Y esto me parece de lo más cierto, mi novia no es familia mía y, si Dios lo permite, cuando nos casemos tampoco será familia mía, la familia será el fruto del amor entre ella y yo (los hijos que vengan pues).

Una amiga nos decía que nosotros ya tenemos un hogar, que lo que nos falta es la casa ...debo confesar que no se qué quiso decir con eso.

El matrimonio, sacramento de Cristo, lo veo como un regalo que Dios hace a sus hijos, un hombre y una mujer que por amor a Dios se aman mutuamente de tal forma que no conciben su vida sin el otro, por testimonio de un matrimonio joven (amigos nuestros) cuando se está sin el esposo o la esposa se siente como si faltara algo, como estar incompleto.

Una monjita nos decía que cuando Adán se refiere a Eva como carne de su carne y huesos de huesos no está diciendo otra cosa que la verdad, Dios sacó del primer hombre una costilla para crear a la primera mujer. Costilla que es hueso, costilla que tiene pegada a sí la carne, por lo tanto el hombre que hace esposa suya a una mujer no está haciendo otra cosa que eco de lo que dijo el primer esposo acerca de su esposa. Es el pedazo que le hace falta para estar completo.

Es un hombre que, con su realidad, su carácter, su personalidad, sus vivencias, su historia personal decide unir su vida a una mujer que tiene todo eso ella también y que lo más común es que sean distintos. Parte de la aventura que implica una relación amorosa es el juego de conocer al otro, conquistarle, enamorarle. ¿El reto?: enamorarse mutuamente todos los días del resto de su vida.

No dudo que hayan problemas, roces, dificultades, cuestionamientos y todo lo que ocurre cuando dos personas se relacionan, no es que el hombre deja de ser lo que es ni que la mujer cambia, si es así nunca se amó de verdad, porque si así la conociste y así te enamoraste y así dices amarla pues para qué vas a cambiarla, a menos claro que sea algo que le cause daño.

En fin, respondiendo a mi pregunta: para ser feliz!

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