Aquí y ahora
Para los cristianos siempre ha sido un reto el estar en el aquí y el ahora que les ha correspondido. Y no se debe a que el mensaje de Cristo está caduco y ya no es aplicable, al contrario, por más de 2000 años el mensaje de Cristo ha estado vigente, sea cual sea el aquí y el ahora en el que se viva.
Sin distingo de raza o cultura, el mensaje Evangélico debe adaptarse a todos los tiempos, a todas las razas y a todas las personas, y esto se debe a que el Amor no es algo humano. Cuando Dios decide crearnos, Él que Es todo Amor, decide también darnos su Espíritu, ése que nos hace amarnos entre nosotros, porque nos amamos a nosotros mismos, porque amamos a Dios, pues sólo quien tiene a Dios en su vida ama realmente.
Digo que adaptarse a todos los tiempos porque, como seguidores de Cristo, tenemos todo un mundo allá afuera esperando por nosotros, sedientos de ese Dios que nosotros conocemos y necesitados que los llevemos hasta Él. De aquí nace el gran trabajo de amar al mundo, pero sin dejarse llevar por éste.
Cultura, costumbres, estilos de vida, paradigmas sociales, nuevos "modelos" de familia, leyes contrarias a la fe...un mundo apartado de Dios, ésto es lo que los cristianos nos encontramos estemos donde estemos, y es contra lo que hay que luchar, recordando siempre que es contra el pecado, no contra el pecador. No atacamos a las personas si no al hecho, a ejemplo de nuestro Maestro (cf Jn 8, 3-11).
El mensaje de Cristo debe llevarse a los otros según sus realidades, ya que, no es igual hablarle a un multimillonario que a un pobre que no tiene techo bajo el cual dormir; así como tampoco es igual hablarle al niño pequeño y al hombre que ha recorrido mundo. Y no es que cambia Dios, al contrario, Dios se hace uno con sus hijos, sea cual sea la posición socio-económica o el nivel de estudios, por ello nosotros, que estamos llamados/enviados a evangelizar no podemos hacer distingo entre unos y otros.
Comentarios
Publicar un comentario