Misabots

En estos días estando en misa noté algo curioso, el sacerdote durante la proclamación del Evangelio leyó unas palabras que son pronunciadas en misa (tomadas de ese texto) y varios de los presentes empezaron a dar la respuesta en automático, lo cual causó en mi la siguiente pregunta ¿realmente estamos conscientes cuando vamos a misa?.

Y perdona si mis palabras son fuertes pero ¿acaso no es la celebración más importante que tenemos en nuestra Iglesia Católica? Pienso que lo mínimo que podemos hacer es poner de nuestra parte y participar de verdad en la misa, que no sea sólo nuestros cuerpos presentes y mentes ausentes.

La misa, también llamada eucaristía, que significa 'acción de gracias', no tiene forma de describirse, decir que es bella le quita el sacrificio que re-presenta, y que sólo es sacrificio resta la belleza del pueblo orientado a la adoración; decir que es Amor de Cristo hacia nosotros le quita nuestro compromiso para con Él; llamemosla banquete de bodas entre el Cordero y su Esposa, la Iglesia.

Nuestra participación en misa debe ser más que sólo calentar un puesto, debe ser, de cierta forma, concelebrar con el sacerdote, debemos nosotros, desde nuestro ser cristianos bautizados, hacer a Cristo presente, con nuestra fe, con nuestro amor hacia Él, con nuestro anhelo de recibirle, nuestras respuestas más que repeticiones deben ser afirmaciones auténticas, decirlo porque lo creemos, vivir y celebrar de verdad, querer meternos en la hostia con el corazón lleno de deseo que sea Él el que entre en nosotros.

No podemos actuar como robots porque no lo somos, Dios ha soplado Su Espíritu sobre nosotros, nos ha dado vida, inteligencia, fe, por Él somos capaces de buscar a nuestro Señor, por Él podemos alabarle y adorarle, amarle, creerle. No somos estáticos como tantos elementos en la naturaleza ni somos seres completamente instintivos, podemos pensar antes de actuar, somos nosotros quienes decidimos nuestro comportamiento en misa. Claro, de pequeños aprendemos de mamá y papá la conducta en misa, pero más importante que eso, de ellos aprendemos a amar a Jesús Sacramentado.

Los que hoy nos toca enseñar a los que vienen detrás tengamos presentes esto 'mono ve, mono hace', los más pequeños nos imitan, enseñemosle pues cómo amar a nuestro Dios y Señor desde nuestro corazón, mente y cuerpo.

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