Debe ser por vocación
Luego de mucho pensar he llegado a la conclusión que la atención al público es cuestión de vocación, esto se explica a la luz que trabajar con personas no es fácil, no todos son capaces de aguantar a alguien preguntando varias veces lo mismo; explicar no una, ni dos, ni tres, sino hasta más veces cómo es el procedimiento a seguir; tolerar que el cliente (quien supuestamente tiene la razón siempre) pretenda imponer su criterio por encima de las políticas de la empresa. Esto ya lo había pensado como usuario, siendo yo el que tal vez caía en alguna de las actitudes antes mencionadas y me quejaba (según yo con todo mi derecho) por el mal trato que recibía de quien se supone me prestaba un servicio, pero ahora me tocó a mí ser el que atiende, ser yo el que debe estar dispuesto a lo mencionado en el párrafo anterior...cuán distinto se ve ahora todo ¿o no? Al momento de escribir esto tengo 10 meses trabajando en atención al público, lo curioso es que mi puesto no es directamente...