Ser cristiano y pensante

Pobre hombre ahí sentado contemplando una flor que le recuerda un amor que lo tiene olvidado. Hace años que no viene a verlo, hace años se encaneció su pelo, pero el viejo sigue esperando que vuelva a quien ama tanto. Esa flor no tiene pétalos ya de tanto a lo que ha sido expuesta y el hombre solo da por respuesta que se la va a dar al llegar. Él sigue esperando que venga, va a estar aquí a su vuelta, él espera paciente que salga de su durmiente lejanía y abandono “pero esto le perdono” dice mientras la frente arruga repensando en su fortuna. El pobre viejo abandonado se siente tan olvidado que ya ni recuerda a quién espera.

Camina como si no te doliera, como si nada pesara, como si lo quisieras. Camina como si dependiera tu vida de la mayor distancia por ti alcanzada. Camina para que todos vean que estás saludable, hazte envidiable. Camina como si tus piernas pudieran aguantarte en pie todo lo que quieras. Camina para alejarte de lo que te hace mal, para estar cerca de lo que te gusta, para empezar a amar. Camina queriendo llegar más allá, no dejes te detengan, no aceptes su miedo. Camina hazlo de nuevo, ponte en marcha, camina, siempre avanza. Camina solo porque sí, no importa el motivo, no importa la excusa. Camina porque te hace feliz, porque te sientes vivo, porque no eres estatua. Camina porque puedes cambiar al mundo cambiando como actúas, cambiando lo que sientes.

Tu venida Señor me alegra el alma pero también me cuestiona si está preparada esta morada. Tú quieres venir y nacer en mí, tú quieres venir y morar en mí, tú quiere venir y hacerme feliz. Mas a la luz de estas verdades también están estas preguntas ¿está mi casa lista para que bajes y en ella te instales? No es el miedo lo que me mueve a expresarte lo que siento es mi anhelo de tenerte lo que inunda mi pecho. Ven pronto mi Señor Jesús ven a llenar mi vida de Luz. Ven ya autor de la Vida, ven a ser el amor de mi vida. Publicado originalmente el 19/12/2016

¿Dónde estás Dios que no te veo, dónde estás, oh Señor, que no te encuentro? ¿Dónde? Dime ¿dónde? pues tu rostro se me esconde y buscarte ya no sé dónde. ¿Dónde estás Señor mío, dónde estás? Ven pronto con tu señorío, de mí ten piedad. Ven ya Dios mío, que mi fe va a fallar. Ven, ven, ven ya; ven, ven, no demores más; ven pronto a nuestro encuentro, ven ya a visitar tu pueblo, Ven ya Dios verdadero. Míranos necesitados, hasta angustiados, míranos, por tu tardía, hechos un mar de llanto. ¿Por qué tardas tanto? apresúrate ¿para cuándo? Publicado originalmente el 12/12/2016

Caminamos en la tierra con los ojos en el Cielo, peregrinos de este mundo llamados al eterno. Nuestros hombros van cargados de pesares y lamentos mientras nuestro corazón grita reclamando su sustento. Nuestros ojos quieren verte, nuestro brazos abrazarte, nuestros labios saborearte, nuestros cuerpos recibirte. Vamos encaminados a tu encuentro en el pesebre con el corazón cansado y tu promesa ya presente. Publicado originalmente el 09/12/2018

Nací pura, más blanca que la nieve más que luna nueva, con nada comparable. Paseaba sin ningún peso encima, ligera y ágil, me sentía completamente viva. Mas llegó aquel funesto día en el que me vi tentada, era muy provocativa. Se me antojó solo al verla cual fruta apetitosa, volvió loca mi cabeza. Fui por ella, no pude evitarlo caí, caí rendida, cual niño inocente, pequeño. Mi pureza puse en juego, mi blancura perfecta no era más que un recuerdo. Lo miré a los ojos, muy triste, ¿lo decepcioné? no me sentía tan cerca de Él. Pronto vi mi traje ahora manchado a los lados había más, a la orilla del río, todo embarrado. Soy una más, otrora blancura restregada en impureza, ahora toda sucia. Lo veo con tristeza, añorando su presencia, no sintiendo compañía. Voy ahora toda perdida deambulando casi sola, se me olvida que su Vida quiere darme y rescatarme de esta vía que me lleva sin destino.

Mi mundo se reduce a un 2x2, las paredes se me aproximan y el techo casi toca mi cabeza, me asfixia el sopor de esta habitación, se olvidaron las ventanas y rendijas, no hay puerta ni muebles. Vacío, oscuridad, soledad. ¿La nada me invade o invadí el espacio con mi nada? Pared lisa y sólida, encierro y locura, miedo y desesperación. Mi voz no sale y mis oídos no oyen, nada entra, nadie sale. Ausencia de luz. Cierro mis ojos, me entrego, nada queda por hacer.

Tomar Tu mano, caminar a diario, me das ánimo cuando me canso. Me agobia el día y la rutina mas tu compañía a todo da vida. De muchos sitios me vienen presiones, eres mi auxilio y me socorres. Gracias Señor por tus derroches de ilusión y amores. Me consuelas, eres oasis, mi alma vuela, quiere la abraces.

“Eres el más hermoso de los hombres” belleza al contemplarte, hermosura increada; la mañana más radiante no es igual a ti, el sol más bello y dorado no ilumina como tú; el cielo de mediodía no es tan despejado como tu mirada cuando me miras; las nubes más hermosas y transparentes se ven opacadas ante la luz que irradias; los campos más verdes se ven feos comparados contigo, opacos los pastos que tú no pisas; insípida el agua marina en la que no te bañas, frío el sol en el cenit si tú no lo aguantas; ruido la risa que tú no causas, vacías las palabras que tú no inspiras; desorden escrito si tú no estás ahí, pensamientos absurdos si no estás presente. “Eres el más bello de los hombres” porque nada es bello en el mundo si no te refleja, nada es agradable a la vista si no lleva a ti; son feas las telas sino eres tú la trama, es feo el bordado si no mueves la aguja; es opaco el color si no lo iluminas, es burdo el diseño si ...

El niño en el parque soltó un globo, pensó hacerlo libre, dejarlo libre, dejarlo volar, disfrutar el aire, a todos lados llegar, mas el pobre niño no sabía que esto iba a doler; soltar el globo es cosa fácil, aunque para el niño no sea así, sueños e ilusiones ha puesto en él, diversión y juegos, noches y días; el niño juega y juega hasta cansarse, el globo se ganó espacio en su vida, abrió su corazón este globo. El niño ha soltado un globo, lo ve irse volando por el cielo; el niño soltó hoy su globo, llora porque lo va a extrañar; el niño ve alejarse el globo, se aleja y busca a su mamá, le da un abrazo y un beso y el niño, que soltó el globo, se fue a su casa con su mamá.

Curioso pero no sorprendente lo distinto que se siente cuando al sexo das su sitio, su lugar propicio. No creas que es malintencionado el pedido apasionado que te hace Dios “que pienses en dos”. Si construir seguro quieres procurar el amor debes, conocerse es lo primero este será el terreno. No desnudes su cama es mejor si tu alma dejas al descubierto para que se dé el encuentro. Su cuerpo es templo santo si quieres haz un canto de su física belleza, ella a Dios refleja. Pregúntale de su familia dirás “no es como la mía” y esto es buen comienzo o al menos así pienso. Lo distintos que son ambos tiene sus encantos tal vez traiga picor, seguro dará sabor. Descubre lo común que son y no tengas temor de esas diferencias, llegarán las coincidencias. TV, café o un libro harán su cometido distraer la mente del deseo presente. No pretendo satanizar don tan singular, solo quiero compartir lo que te...

Un beso dulce como el de los amantes, de esos que se dan a escondidas de miradas curiosas y lenguas imprudentes. Un beso así, que me llegue al alma, que de mis labios recorra mi piel que haga correr la sangre en mis venas. Un beso inocente como el de primera vez, así como si nunca hubieses besado, como si por primera vez tus labios tienen compañía. Un beso de los que te quitan la vida y te la devuelven, que te baja y te sube y te vuelve a bajar todo, de esos que gritan “pasión” mientras duran. Un beso que te hace sentir que te aman que te darían el mundo por verte feliz, de esos que saben a plenitud. Un beso de labios puros y castos como san José besaba a María, que digan “al Cielo te llevaría”.

Tú nos mueves Señor a donde quieres, nos conduces por estos caminos tuyos para hacernos más que viajeros, parar darnos de tus quereres. Preparas todo para bien de nosotros y de quien te siga también. Cuando Tú guías nuestras vidas las sorpresas no faltan cada día: cero obstáculos y problemas, todo libre, cual cometa, que depende su vuelo del aire que Tú soples. Basta mirar el cielo para comprender lo bueno que es el Dios Verdadero que nos prepara los senderos.

Libre, como una brizna de paja que vuela por el viento; libre, como el pichón que descubrió el vuelo y se lanza a la aventura; libre, como el ave que planea por los aires sintiendo su fuerza en las alas; libre, como la nota musical de un violín tocado con pasión y entrega; libre, como quien ha descubierto el amor y ya nada teme; libre, como quien conoce a Dios y se deja guiar por Él.

Un Cristo eternamente joven, un Cristo eternamente enamorado de tu juventud, de tu ímpetu y tus fuerzas, enamorado de tus ganas y deseos. Un Cristo eternamente joven, que camina contigo y te acompaña, que entiende tus juegos y bromas, que se ríe contigo y se desvela. Un Cristo eternamente joven, que entiende tus desamores, tus peleas con los amigos, tus inseguridades ante las burlas. Un Cristo eternamente joven, que quiere escucharte a la hora que sea, quiere saber de ti, tus sueños y metas, tus disgustos y malos ratos. Un Cristo eternamente joven, que gusta la diversión entre amigos, las noches de películas y de charla, las excursiones y acampadas. Un Cristo eternamente joven, que te acompaña en el bus y a pie, que mira si viene alguien rato antes de cruzar, que te dice por cuál calle meterte. Un Cristo eternamente joven, que te digan lo que te digan Él no se va a ir de tu lado porque te entiende como nadie. Un Cristo eternamente joven, que está viv...

El hombre no fue creado para la muerte, esta tiene cabida a raíz de la ruptura en la relación con Dios y es, por este motivo, que nuestro instinto de supervivencia nos alerta ante cualquier signo posible de muerte, desde algo que nos dañe físicamente (lesiones, heridas, enfermedades) hasta lo que nos puede matar el alma (que a fin de cuentas es lo que nos debe importar realmente). Una vez rota la comunión plena con Dios el hombre empezó a temer que se acabe la vida tal como la conoce, por eso es que durante varios siglos el Señor fue revelando su plan de amor hacia la humanidad para que entendiéramos que estamos de paso por esta tierra, que nuestro destino primero y último es la Patria Celeste, volver a la comunión de Amor que inunde y abarque todo nuestro ser. El miedo a la muerte es una respuesta natural para aquella persona que no ha conocido el Amor de Dios o que sigue teniendo el corazón dividido entre lo material (que es pasajero, finito, corruptible) y lo espiritu...

El evangelio nos habla de una mujer samaritana por Cristo interpelada. Él pidió agua, ella la negaba porque ignoraba. "Tú, judío; yo, samaritana ¿por qué te extraña que te niegue agua?" "¿Sabes quién soy? agua yo te doy para ir donde voy." Vida eterna te espera basta la paciencia y vivir la inocencia.

Curvados por nuestros pecados caminamos por estos senderos, en los que va el Cristo pregonero del amor misericordioso, son no pocos los momentos que los camino se cruzan, mi suciedad no le asusta, ni la mirada de mis ojos. Lo veo y me parece un extraño con su caminar tan peculiar, pareciera que teme dejar atrás, de sí su ideal, vamos tan juntos, juntos, que quien nos mirara fácilmente pensara que en lugar de dos vamos uno.

Mi corazón ya no es puro, ya no sabe de perfumes ni rosas blancas. Se ha corrompido y manchado, dejó entrar en él al pecado mas por una rendija ahora casi oculta, tapiada, entró también la luz y buscó su par en mi alma, sabía que quedaba algo, intrépida y veloz buscó y rebuscó, no podía ser ella sola, ella la única. Cruzó montes y selvas, suelo reseco, lluvia contaminada, pero llegó, encontró una pizca y no se detiene, va con chispa a revivirla. La tarea es ardua, limpiar, fregar, hasta tumbar. Cual obrero, mazo en mano tumba para reconstruir. Cual artesano, arcilla en mano moldea según el Modelo. Como cirujano, a corazón abierto repara el daño.

De rodillas ante ti pongo mi vida, mi alma arrepentida tiene sed de ti. No quiero fácil salida ni de ti huir aunque juegue escondidas siempre estás ahí. Nada vale mis rodillas en tierra si mi corazón contigo está en guerra. Doblega mi espíritu y mi ser no quiero perecer. Vénceme y hazme perdedor, aun así seré un ganador. Mi mayor signo de adoración es quedarme lleno de admiración que me amas y por mí das la vida que no pedí. Tu misericordia me sorprende y a mi orgullo hiere. La vida eterna me das de mi lado no te irás no importa lo que haga mis deudas tú pagas. ¡Cuánto amor inmerecido! De locura te has perdido. Toma mi corazón sucio y roto lávalo con determinación sáname, que estoy cojo, trae a mí tu Revelación como tú no hay otro. De pedirme no lo haces sólo dejas invitación, de mí nunca te canses no venga la desolación, a mi lado estate llegue a mí tu inspi ración. Publicado originalmente el 10/0...