Efectos de la castidad

Curioso pero no sorprendente
lo distinto que se siente
cuando al sexo das su sitio,
su lugar propicio.
No creas que es malintencionado
el pedido apasionado
que te hace Dios
“que pienses en dos”.
Si construir seguro quieres
procurar el amor debes,
conocerse es lo primero
este será el terreno.
No desnudes su cama
es mejor si tu alma
dejas al descubierto
para que se dé el encuentro.
Su cuerpo es templo santo
si quieres haz un canto
de su física belleza,
ella a Dios refleja.
Pregúntale de su familia
dirás “no es como la mía”
y esto es buen comienzo
o al menos así pienso.
Lo distintos que son ambos
tiene sus encantos
tal vez traiga picor,
seguro dará sabor.
Descubre lo común que son
y no tengas temor
de esas diferencias,
llegarán las coincidencias.
TV, café o un libro
harán su cometido
distraer la mente
del deseo presente.
No pretendo satanizar
don tan singular,
solo quiero compartir
lo que te invito a vivir.
Si dejas el sexo a un lado
quedarás maravillado
de la mujer indicada,
por tu alma anhelada.
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