Dios te bendiga
En este momento que escribo estas palabras mi bella tierra de Venezuela está pasando por una situación muy delicada, en la cual llevamos 14 años solo que en estos días se ha radicalizado más y realmente me duele lo que veo. Y no, no voy a hablar de política pues este blog no es para eso. En cambio sí lo es para llevar a Cristo a los demás, y eso quiero hacer.
He visto con mucho dolor y hasta cierto punto con impotencia cómo poco a poco se nos ha ido acabando el amor entre los hermanos, porque eso se enseñaba en el hogar a los niños pequeños, que los vecinos y todos los que habitamos esta hermosa tierra privilegiada somos hermanos, así seamos de diferentes vientres todos compartimos una misma madre que es Venezuela y un mismo Padre que es Dios que ha tenido a bien colocarnos aquí.
Me duele ver cómo la gente ha perdido la paciencia para con los demás, ya no hay tolerancia. Han cambiado los buenos días y el "qué fue primo" tan característico de mi hermosa tierra por una ausencia completa de modales y cordialidad, y ay si ocurre un incidente entre dos personas porque de los golpes no bajan y cuidado si no lo resuelven con armas de por medio.
Basta de esto, basta de división ,basta de odio, necesitamos que vuelva a reinar el amor entre nosotros, ese que nos han ido quitando los que tienen su corazón lleno de odio.
Y a eso me refiero, como pueblo hemos cambiado el amor por el odio y hemos permitido que la semilla de la división se plantara entre nosotros, esa división que viene del Diablo y su envidia por el amor entre hermanos, por la unidad entre cristianos.
Hemos dejado que se nos fuera de la boca palabras de amor y entraran palabras de odio, hemos permitido que el pensar diferente acabara amistades, vecindades, incluso familias!!!
Hemos permitido que sean maldiciones en vez de bendiciones lo que salgan de nuestra boca, y es por eso que sentí la necesidad de publicar estas palabras. Si hay algo que me da miedo y dolor y tristeza es el oír a una persona maldecir a otra, y eso ya parece el pan nuestro de cada día. Por donde salgas a la calle o leas en redes sociales hay gente maldiciendo a otra gente.
Oremos, pidamos, no nos cansemos de pedir a Dios que es todo Amor, que es todo Misericordia, que es todo Perdón, que es todo Unidad que nos devuelva lo que durante mucho tiempo nos caracterizó a los venezolanos: el amor.
He visto con mucho dolor y hasta cierto punto con impotencia cómo poco a poco se nos ha ido acabando el amor entre los hermanos, porque eso se enseñaba en el hogar a los niños pequeños, que los vecinos y todos los que habitamos esta hermosa tierra privilegiada somos hermanos, así seamos de diferentes vientres todos compartimos una misma madre que es Venezuela y un mismo Padre que es Dios que ha tenido a bien colocarnos aquí.
Me duele ver cómo la gente ha perdido la paciencia para con los demás, ya no hay tolerancia. Han cambiado los buenos días y el "qué fue primo" tan característico de mi hermosa tierra por una ausencia completa de modales y cordialidad, y ay si ocurre un incidente entre dos personas porque de los golpes no bajan y cuidado si no lo resuelven con armas de por medio.
Basta de esto, basta de división ,basta de odio, necesitamos que vuelva a reinar el amor entre nosotros, ese que nos han ido quitando los que tienen su corazón lleno de odio.
Y a eso me refiero, como pueblo hemos cambiado el amor por el odio y hemos permitido que la semilla de la división se plantara entre nosotros, esa división que viene del Diablo y su envidia por el amor entre hermanos, por la unidad entre cristianos.
Hemos dejado que se nos fuera de la boca palabras de amor y entraran palabras de odio, hemos permitido que el pensar diferente acabara amistades, vecindades, incluso familias!!!
Hemos permitido que sean maldiciones en vez de bendiciones lo que salgan de nuestra boca, y es por eso que sentí la necesidad de publicar estas palabras. Si hay algo que me da miedo y dolor y tristeza es el oír a una persona maldecir a otra, y eso ya parece el pan nuestro de cada día. Por donde salgas a la calle o leas en redes sociales hay gente maldiciendo a otra gente.
Oremos, pidamos, no nos cansemos de pedir a Dios que es todo Amor, que es todo Misericordia, que es todo Perdón, que es todo Unidad que nos devuelva lo que durante mucho tiempo nos caracterizó a los venezolanos: el amor.
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