Canto al sacramento de la confesión

He llorado, Señor, mis culpas,
he llorado, mi Amor, mis penas.
¡OH que dulce condena
la que mi alma purga!
Tu Amor misericordioso
me mira con ojos claros
que traspasan mi rellano
y llegan hasta el pozo
que yo mismo he cavado
en esta casa que es mi alma,
en el que he terminado
por ignorar tu Palabra.

¡OH Amor de los Amores!
¡Oh Señor que todo perdona!
Ven y esta deuda condona
a través de tus señores;
buenos hombres, sacerdotes
que has conferido poder
para en tu nombre conceder
el perdón a los pecadores.

Has querido Dios de Amor
demostrarnos tu poder
al barreras vencer
que con afán de constructor
hemos querido poner
entre nosotros y Tú
como sino pudieras Tú
estas romper.

Al sacerdote le provees
de palabras amorosas
que dicen tantas cosas
que a nosotros nos duelen
pero no con mala intención
pues en tu corazón
no hay cabida a la maldad
ni falta de piedad.

Es doloroso lo que dicen
porque de un Dios amoroso
hemos jugado escondite
perdiendo el gozo
que sólo Tú nos das
al reconciliarnos contigo
y con la humanidad.

Comentarios

Lo más visto

Aplausos

Dementores

Hagamos tres chozas